Esta semana en Raíces comentamos el caso no tan raro pero siempre interesante de un sitio arqueológico conocido de todos cuyos guardias son quienes viven cerca o encima de él. El caso de Piedra Labrada es un excelente ejemplo de ello. Ubicado por la Costa Chica de Guerrero, Piedra Labrada parece haber tenido un extensión parecida a Teotihuacan. Los habitantes modernos, al trabajar la tierra para formar sus surcos, se topan a menudo con vestigios prehispánicos que entregan espontaneamente a las autoridades del pueblo a tal punto que han conformado un acervo museístico mas que relevante. Colaborador del Centro INAH-Guerrero, Juan Pablo Sereno Uribe recibió hace poco los permisos para arrancar un proyecto arqueológico institucionalizado de gran amplitud. Cómo cada semana, les presentamos este programa en el portal Archive en formato mp3 y ogg . También se puede descargar libremente en Soundcloud. Exposiciones Linaje y poder: relaciones culhua-mexicas , Centro Comunitari...